Cultura

Aquí hay teatro para rato

Sin victimismos que valgan, las tres escuelas privadas de teatro de la ciudad (Viento Sur, Centro de Artes Escénicas y Dos Lunas) muestran a partir de esta noche en la Sala Cero lo mejor de sus canteras en el resucitado ciclo El futuro a escena. Una oportunidad para descubrir no el teatro de hoy, si no el de mañana.

el 16 sep 2009 / 04:21 h.

Sin victimismos que valgan, las tres escuelas privadas de teatro de la ciudad (Viento Sur, Centro de Artes Escénicas y Dos Lunas) muestran a partir de hoy en la Sala Cero lo mejor de sus canteras en el resucitado ciclo El futuro a escena.

Las lamentaciones valieron en otro tiempo pero ahora es momento de demostrar que 'algo bueno estaremos haciendo cuando hoy vemos triunfar a actores que pasaron por nuestras aulas', dice Maite Lozano, de Viento Sur. Ellos llevan quince años. El Centro de las Artes Escénicas (CAE), que dirige Gregor Acuña, y Dos Lunas, a cargo de David Fernández, son más jóvenes, pero tienen el mismo empuje. Unos forman a profesionales, otros, además, también acogen a quienes sólo quieren divertirse sobre el escenario.

Todos ellos, retomando una iniciativa que el Lope de Vega impulsó en 2006, llegan a la Sala Cero -su casa natural- para mostrar hasta el domingo los trabajos de fin de curso de sus alumnos más avezados. 'El nivel es alto, todas las obras que se presentan merecen ser conocidas', aseguran al unísono.

En cartel, obras diferentes, a veces hasta antagónicas. Del musical comercial 'y neogótico' Leoncio y Lena (CAE) al teatro 'experimental' Oscuridad a mediodía (Dos Lunas) pasando por la comedia de texto en La partida (Viento Sur). 'No nos consideramos competencia los unos a los otros, somos eslabones en la carrera de un artista; ningún actor comienza y termina su formación en una única escuela', resumen.

Sin ninguna ayuda pública pero con la esperanza de que esta iniciativa pueda seguir creciendo en el futuro con el respaldo de alguna administración, sus responsables confían en hacer del Futuro a escena 'un mercado al que asistan productores y directores de casting para ver qué se está haciendo en Sevilla', según David Fernández.

'También me encantaría que viniera público curioso, con la inquietud de ver qué puede descubrir', apunta Maite. Con casi un centenar de alumnos repartidos entre unas clases y otras, todos ellos, por ahora, están a salvo de la crisis: 'No la hemos provocado nosotros, que la paguen los del ladrillo; en tiempos así los cines y los teatros hasta hacen más taquilla', dice Gregor.

'Más que aptitudes, buscamos actitudes', acota Jorge Cuadrelli, de Viento Sur. 'El teatro es un proceso de selección natural, el actor tiene que currárselo, que ninguno espere oír el teléfono nada más acabar unos estudios', añade Maite. Por ahora, el telón está a punto de levantarse, sólo falta el público, al que lo único que se le pide es 'curiosidad a raudales'. Eso y que acudan a la Sala Cero y a El perro andaluz, locales en los que se concentra el teatro no de hoy, de mañana.

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