La imagen se repite todos los años y cuesta discernir qué queda ya de novedad en el proyecto de la Fundación Barenboim-Said. Nunca cambia el genio, nervioso e inagotable, del maestro argentino israelí. Los periodistas que ayer acudieron a la Residencia Lantana de Pilas para la clásica presentación de la gira de la Orquesta del Diván se encontraron con un Barenboim que ensayó durante más de una hora cada uno de los movimientos de la Séptima Sinfonía de Beethoven.
Una y otra vez, perfiló cada detalle, insufló pastoso dramatismo y ampulosidad al conjunto de músicos y disparó su didáctica ira contra los atriles que patinaban en el ensayo. Ni la presencia del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, calmó el ánimo beethoveniano de un Barenboim entregado a su causa. "En momentos difíciles es cuando más falta hace la cultura, porque puede ayudar al ser humano a afrontar las dificultades que le surjan", opinó luego el maestro, como queriendo justificar la discutida decisión de la Junta de dotar a la Fundación de 300.000 euros, una cifra aun superior a la del ejercicio de 2009.
Para Barenboim "recortar en cultura equivale a romper con el patrimonio de todo un pueblo". Presto a devolver la confianza depositada en su tan pacifista como utópico proyecto de unión de los pueblos (palestino e israelí fundamentalmente), el director anunció que en la próxima temporada dará un concierto de piano en Sevilla "cuyos fondos se usarán para fines culturales", afirmación que despertó el aplauso espontáneo de Griñán.
A falta concretar el contenido y la fecha de ese recital, lo que sí es firme es la agenda de la Orquesta del Diván en su gira de 2010. Por Sevilla no pasarán: ¿el por qué? "En el Teatro de la Maestranza se está llevando a cabo una pequeña obra que impide cualquier actividad este verano", ratificó el presidente de la Junta. No faltarán en cambio a Madrid -donde ya es tradicional su presencia en la Plaza Mayor- y este año por primera vez actuarán en Jaén (Teatro Infanta Leonor, 3 de agosto) y Córdoba (Mezquita, 4 de agosto).
Luego, la orquesta se centrará en su primer tour por América Latina, visitando República Dominicana, Venezuela, Ecuador, Colombia y Argentina, en cuya capital, Daniel Barenboim, dirigirá las integral sinfónica de Beethoven para conmemorar que el 19 de agosto de 1950 ofreció su primer (y mítico) concierto en Buenos Aires.
El maestro también dio a conocer ayer la puesta en marcha de un segundo conjunto sinfónico al amparo de la Fundación que preside. La Orquesta Al-Andalus está integrada por 31 músicos de entre 10 y 22 años. "La Orquesta del Diván tiene una calidad enorme y hemos decidido crear una segunda liga en la que continuar formando a jóvenes músicos", aseguró sin entrar en más detalles sobre un proyecto cuyos perfiles aun están gestándose.
Tanto Barenboim como Griñán coincidieron en sus respectivas intervenciones en destacar que, además de hacer música, este proyecto es una iniciativa por la paz, en Oriente Próximo en particular, pero con carácter universal, por lo que su director ha dicho que "ayuda mucho a la paz no esperar a que el otro se acerque, sino acercarse a él".
«43 años de ocupación no es la mejor oferta de paz»
"Espero que un día se despierte un líder en Israel que vea que 43 años de ocupación y asentamientos no son una buena invitación al diálogo con Palestina", sentenció rotundo Daniel Barenboim, ayer en Pilas. Opinión la suya que seguro comparte Ramzi Aburedwan, de 31 años, y miembro de la Orquesta del Diván.
"Vivo casi todo el año en un campo de refugiados y tengo un muro en frente de mi casa, para entender lo que pasa lo mejor que pudo hacer es intentar comprender la cultura del del otro". A juicio de Barenboim, esa actitud presupone por parte de quien la adopta "un sentido de la justicia, de la estrategia y de la compasión", de la compasión en el sentido de "entender lo que el otro siente, de curiosidad por entender el sufrimiento del otro", una actitud que, según su perspectiva, "no ha sido muy frecuente en la zona palestino-israelí en permanente conflicto y que sí lo es en cambio entre los 100 músicos del Diván".
