Cofradías

Bellavista quiere calma

El barrio trata de recuperar la normalidad tras el polémico cambio de nombre de la plaza de las Cadenas. La hermandad pide «pasar página» y comunica su renuncia al distrito. El debate, sin embargo, prosigue en la calle y en las redes.

el 05 feb 2014 / 00:02 h.

Los vecinos afectados directamente por el cambio de nombre presentaron un escrito en la sede del Distrito contra la propuesta. Los vecinos afectados directamente por el cambio de nombre presentaron un escrito en la sede del Distrito contra la propuesta. No se habla de otra cosa. La plaza de las Cadenas es el único tema de conversación. De los que están a favor del cambio y de los que no. De los que defienden su pasado reivindicativo y de los que quieren que sea un reconocimiento para la cofradía del barrio. Más aún cuando se acaba de conocer que la hermandad ha renunciado al cambio de nombre para zanjar el «ambiente de crispación» de las últimas semanas. «Ha sido demasiado. Esto se había convertido en una batalla campal, cuando seguro que dentro de dos días nadie se acuerda de la polémica”, dice Macarena Vallo, una de las cuatro vecinas de la plaza de las Cadenas. Reconoce que, pese al desenlace que ha tenido, le hubiese gustado que se llamara «Plaza María Santísima del Dulce Nombre». No será así, pues, como bien dice el hermano mayor, había que parar esta espiral de enfrentamientos innecesarios:«Alguien tenía que poner un poco de sentido común. No queremos una plaza cargada de polémica. Sencillamente, la hermandad no está para esto. Desde que llegó en 1967, la Virgen del Dulce Nombre ha sido siempre motivo de unión y no de división. No consentiremos una división entre vecinos, así que este asunto se zanja y aquí no hay nada más que hablar». Pese a que Alfonso Lozano insiste en «pasar página» y «pensar en el Viernes de Dolores», día grande en el barrio, lo cierto es que el debate prosigue en las calles... y en las redes sociales. Sin ir más lejos. María del Carmen Torres colgaba ayer en su muro de facebook este mensaje al conocer que la plaza mantenía su actual denominación:«Hoy sopla el viento en la plaza/símbolo del diálogo y escucha/Bellavista nunca olvida/ barrio valiente siempre en lucha». Un legado reivindicativo de este enclave que también subraya Juan José Conde al dar la «enhorabuena a los luchadores de este barrio obrero». A lo que Mariví Carro remacha con una reflexión más profunda, más allá del callejero:«Los vecinos tenemos que velar por conservar nuestro patrimonio. Este gobierno quiere acabar con todo, incluso con nuestras raíces». Sin embargo, en esta polémica no hay vencedores ni vencidos. El grupo de vecinos-hermanos que respalda el cambio se muestra «disgustado» por el final. Por eso hay quien no termina de encajarlo e insiste:«Si yo hubiera sido la hermandad, no hubiera renunciado, ¿no lo había aprobado el Pleno?», recalca con vehemencia María, mientras que otros residentes denuncian «actos vandálicos» a raíz del conflicto «con roturas de cristales de coches». Hechos lamentables que algunos incluyen como elementos clave a la hora de la renuncia. Pero el hermano mayor lo desmiente, y a su vez niega «cualquier tipo de presiones», callejera o del Arzobispado, donde el lunes la asociación vecinal Unidad entregó un escrito pidiendo la mediación de Asenjo:«Nadie nos ha dicho nada. Ha sido una decisión del cabildo de oficiales del lunes», y ayer quedaba registrada por escrito en el distrito municipal. La asociación Unidad, representante del malestar vecinal con la nueva rotulación, valora «positivamente» esta nueva postura. Antonio Andrades, su presidente, dice que «la hermandad ha reflexionado sobre la situación porque el proceso seguido ha sido irregular, irresponsable y antidemocrático por algunos representantes de la cofradía». Lejos de lanzar campanas al vuelo y celebrar la renuncia, Andrades se muestra cauto en todo momento y reconoce que la sensación que tiene es que «empieza a resolverse el problema», que insiste, «ha creado una actitud irresponsable de los cabezas dirigentes, del PP y una actitud poco reflexiva del PSOE», que votó a favor del cambio en el Pleno. En los próximos días, la entidad va a presentar las 1.800 firmas recogidas y va a exigir al Gobierno local «que revoque el acuerdo del Pleno de diciembre» por el que la plaza pasaba a llamarse María Santísima del Dulce Nombre. «Esa plaza es el símbolo de la historia de Bellavista. Hubiese sido una falta de respeto a los vecinos y a la propia historia. No lo podíamos tolerar», apostilla el portavoz vecinal mientras pone sobre la mesa los dos informes desfavorables de Estadística, así como la falta de consulta a los vecinos afectados con un procedimiento de dudosa legalidad y «una fórmula provocadora» que estaba creando» una fractura social» en la barriada. Desde la hermandad, no obstante, se descarta cualquier futurible alternativa para ingresar en el callejero:«Nos centraremos en el barrio y en las clases particulares que comienzan el lunes para niños desfavorecidos. No queremos ningún reconocimiento. Si después llega un día en el que el pueblo pide una calle a petición popular, pues entonces será el momento», dice Lozano quien desvela que le ha «molestado» sobremanera que la asociación vecinal no les haya llamado para reunirse y dialogar sobre el tema, y «la crispación innecesaria». «Pasa página» la hermandad y también los vecinos. «No entiendo el movimiento y todo lo que se ha formado por una plaza. Creo que la hermandad ha hecho lo que tenía que hacer en esta tesitura», resume Antonio, vecino jubilado que confiesa ser devoto de la Virgen y enamorado de su barrio. «La hermandad nunca ha hecho nada que perjudique al barrio. Y ahora menos. Ha tenido un espíritu conciliador al apartarse para destemplar gaitas», concluye Antonio Molina, portavoz de la asociación La Salud que apoya una plaza para la dolorosa.

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