El hermano pequeño del palio de la Macarena ha recuperado todo su esplendor. Bordado por Esperanza Elena Caro en 1954, autora también del palio de la Señora de San Gil, el de la Caridad del Baratillo saldrá totalmente restaurado el próximo Miércoles Santo.
Las bambalinas de clara inspiración macarena e inconfundible sonido maestrante han renovado sus brillos para dar la vuelta al ruedo cofrade en la tarde del próximo Miércoles Santo. Las caídas de malla y terciopelo morado han renovado sus bordados tras pasar seis meses en los talleres de Santa Bárbara. Ayer los hermanos del Baratillo pudieron ver los resultados de las bambalinas delantera y trasera que ya están en la capilla de la calle Adriano a la espera de su montaje en el palio. Las caídas laterales llegarán este fin de semana.
Según explica Joaquín López, responsable del taller de Santa Bárbara, "los trabajos se han centrado en la limpieza de los bordados, reposición de piezas y sustitución de la malla, desgastada por los roces propios con los varales". La intervención ha respetado el terciopelo morado sobre el que Esperanza Elena Caro dio las primeras puntás. "El tejido estaba muy bien conservado", asegura López, quien añade que el proyecto de reforma ha incluido la reposición de nuevos flecos y bellotas en las caídas. Su estreno vendrá a culminar el proceso de mejora del palio en el que se embarcó la junta de gobierno que preside Ignacio José Pérez Franco y en cuya primera fase se restauraron los bordados del techo el año pasado.
Aunque no será la única novedad en el cortejo baratillero. La hermandad incorporará a los tramos del paso de la Piedad una nueva insignia: la bandera fundacional, que reproduce el cuadro del Descendimiento, pintado en 1699 por Sebastián Millán, del círculo de Murillo, y que cuelga en las paredes de la capilla.
La bandera ha sido confeccionada en terciopelo negro y bordada en oro y sedas de colores en el taller astigitano de Jesús Rosado. Reproduce el misterio del lienzo con La Piedad, junto a los Santos Varones y las Marías y dos angelitos (uno llorando y otro atendiendo al Señor). En ella se puede leer la leyenda: Fundada en 1693. El asta y el remate -con la alegoría del escudo antiguo de la cofradía: la cruz con las dos escaleras sobre el calvario- es de plata de ley de Hijos de Juan Fernández. También se presentó ayer.
