Cultura

«Carlos Lencero supo cantar al amor sin palabras gastadas»

El cantante de Los Palacios asume tareas de compositor, productor e intérprete en ‘Lencería fina’, un disco homenaje al autor flamenco Carlos Lencero que se vende en los quioscos hasta el 10 de marzo con El Correo.

el 07 mar 2011 / 20:44 h.

El compositor de Los Palacios, Pepe Begines.

-¿Por qué un homenaje a Carlos Lencero, ahora?
-Soy de los que piensa y actúa rápido. Cuando Kiko Veneno me pasó un libreto de letras de Lencero que tenían la Warner y Chapel Music, vi que ahí había un tesoro. Al mismo tiempo, Carmona, un cantaor emergente y ya emergido, me llamó para ver si hacíamos algo, y lo vi claro.

-¿Qué caracteriza las letras de Lencero?
-Basta oír las que hizo para Camarón o Diego Carrasco para ver un salto de calidad. Pocas veces se reúne en la misma persona esa preparación intelectual y, al mismo tiempo, esa cantidad de matices populares. ¡Y cómo le canta a la mujer! No es nada fácil abordar el tema amoroso sin usar palabras gastadas. Es un autor tremendamente rico.

-Creo que las interpretaciones de Carmona y usted están muy acertadas. ¿Cómo hicieron el reparto del material?
-Todo se decantó sobre la marcha. La idea era que Carmona cantara todo, pero había temas a los que no se acostumbraba. Queríamos oír lo que pedían las canciones, como cuando en los pueblos dice la gente "estas habas quieren agua, o abono". Por eso acabé metiendo voces, pero teníamos claro que el disco de un autor flamenco lo tenía que cantar un cantaor flamenco.

-¿Y el resto de colaboraciones, cómo surgieron?
-Lo de Victoria Abril fue porque Carmona, que también toca el bajo, la acompañó en otra grabación anterior. Sabía que Victoria había hecho algo con aires brasileños, en plan bossa-nova. Teníamos un tema titulado Algarve, y como no íbamos a hacer algo triste como un fado, pensamos en una bossa, que al fin y al cabo es hija del fado.

-¿Y Raimundo Amador, y Kiko Veneno?
-Con Raimundo fue todo muy familiar, nos fuimos a su casa y grabamos varias sesiones con su Gerundina. Con Kiko la idea era hacer una colaboración original: como amante de Dylan, siempre le ha gustado tocar la armónica, y pensamos que estaría bien que tocara algo. Esperábamos más de esta faceta, la verdad [risas], pero hizo lo que pudo, y también hizo una labor de asesoramiento importante.

-Siendo compositor de sus propios temas, tanto en No me pises que llevo chanclas como en sus proyectos en solitario, ¿cómo se ha sentido trabajando sobre letras ajenas?
-Lencería fina es una creación musical, y cuando mi tarea es aportar la música y olvidarme de la composición de letras, es cuando más he podido explayarme. Es diferente, mucho más cómodo: piensas en qué estilo le va a tal o cual letra, ensayas los primeros acordes... Y te sientes como Paul McCartney cuando aparcaba los Beatles y hacía cosas distintas para bandas sonoras...

-¿Qué tanto por ciento de flamenco diría que hay en Lencería fina?
-La idea fundamental era hacer un disco de homenaje a un autor flamenco desde la perspectiva del año 2010. No se trataba de hacer ni flamenquito, ni fusioncita, sino un disco de flamenco, pero con estribillos, que no existen en flamenco... Y todo ha estado supervisado por Ricardo Pachón, productor entre otros clásicos de La leyenda del tiempo de Camarón, que me ha ayudado a reinventarme el personaje de Carlos Lencero.

-¿Cuál ha sido la peripecia del álbum desde que vio la luz?
-Quería que fuera un disco que se pudiera amparar bajo el techo de una entidad seria, y empezamos a hablar con el sello Autor de la SGAE. La Junta de Extremadura también respondió en 24 horas, así como la Diputación de Badajoz, de donde era natural Lencero. Entonces cierra el sello Autor, hablo con Mario Pacheco, de Nuevos Medios, que era un gran admirador de Lencero. Pero fallece Mario y Nuevos Medios liquida su catálogo, así que el disco ha quedado en manos de los amigos, como El Correo.

-¿Qué añadiría para animar al público a que se haga con él?
-Lo mejor que puedo decir es que pocas veces se echa tanto tiempo y tanto talento en un disco. Es un trabajo que quiere estar a la altura del legado de Lencero, un gran hombre que ha quedado en el anonimato. La gente no sabe que muchas de las canciones de su vida las escribió él.

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