Cultura

De espectador a protagonista

El comisario de la tercera Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla, Peter Weibel, no se anduvo ayer por las ramas: "Esta exposición marcará una nueva época en la historia del arte", afirmó sobre las casi 200 obras que componen la muestra Youniverse. Foto: Antonio Acedo.

el 15 sep 2009 / 16:04 h.

El comisario de la tercera Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla, Peter Weibel, no se anduvo ayer por las ramas: "Esta exposición marcará una nueva época en la historia del arte", afirmó sobre las casi 200 obras que componen Youniverse, título de una muestra en la que se convierte al espectador en "protagonista".

El cargamento teórico de la Biacs3 -visitable hasta el 11 de enero- se ha ido conociendo a lo largo de los pasados meses. Quedaba por comprobar si todo el discurso de Weibel cristalizaba al fin en un escaparate coherente y asequible. "Esta Bienal requiere de un visitante activo que será quien dote de significado a cada acción que se le propone" resumió la consejera de Cultura, Rosa Torres. Y, efectivamente, cada pieza de esta interactiva, heterogénea y lúdica Biacs, invita a ser comprendida a través de "la relación entre la persona y la obra".

Lejos queda el tiempo en el que las obras de arte emergían como demiurgos en los museos, para Weibel, esta Biacs, orquestada como un homenaje a la convivencia cultural en Andalucía, supone "un cambio en la relación entre el creador y el artista, aquí cada uno de nosotros tiene que demostrar su competencia participando en los juegos a los que invitan las obras". "El monopolio de la creatividad se ha acabado, ahora todas las personas nos hemos convertido en creadores que experimentamos arte de las masas (youtube, flickr...) no arte para las masas", explicó el máximo responsable de la muestra.

Con 154 artistas representados sólo en Sevilla -sin contar la extensión en la Alhambra de Granada-, la Biacs3, "la más ambiciosa y compleja técnicamente de todas", al decir del presidente de la Fundación Biacs, Fernando Franco, ha resultado ser la edición de la "confirmación del evento".

Contando con un presupuesto de 2,5 millones de euros, de los que la Junta aporta medio millón, la Biacs3 quiere "convencer al mundo de que la tecnología, pese a no ser algo natural, sí es un fenómeno que sigue las leyes de la evolución", por eso forma parte de cada una de las piezas representadas en ellas, convirtiendo a la muestra en "una Bienal completamente innovadora en todas sus dimensiones", llegando a mostrar incluso prototipos experimentales de arquitectura, dijo Weibel.

Arte en la calle. Una vez más, la Biacs también ha querido en su tercera edición colonizar espacios públicos. Es el caso de las obras instaladas en el Aeropuerto de San Pablo, el Pabellón de Europa, los Reales Alcázares, la Estación de Santa Justa y la Torre de los Perdigones. "Todo ello obedece" -según el alcalde, Sánchez Monteseirín- "al estímulo de que Sevilla ya se ha sacudido el cliché de ciudad tradicional para convertirse en una urbe anclada en el presente y abierta de par en par a la evolución".

Y evolución y apertura de mente son los conceptos y las ideas que proponen algunas de las obras recogidas en la Biacs con más visos de popularidad de cuantas se han celebrado. Es el caso de la instalación Greetings, de Stephan von Huene, obra que recibe al visitante y a quien saluda tomándole una foto y animándole a pasar con un golpe de bombo. O Life writer de Christa Sommerer, que invita al visitante a sentarse ante una máquina de escribir que transforma las palabras en insectos. Terre di nessuno, de José Iges y Concha Jerez, quizás la instalación más clarificadora de todas, resume la intención de la Biacs acogiendo al espectador en un espacio "sugerente e inestable", según sus autores, una atalaya de poder en el que toda la obra se transforma a razón de un 'clic' del ratón de un ordenador.

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