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El Betis logra en Girona un triunfo que puede valer medio ascenso

La victoria en Girona le deja segundo, por delante del Celta, que perdió en casa con el Villarreal B (0-1), y a un punto del Rayo, que empató en Vallecas con el Granada (1-1).

el 12 mar 2011 / 16:57 h.

Kiko Ratón salta sobre Dorado en presencia de Iriney. (El Punt)

 
Triunfo de incalculable valor el logrado por el Betis en el anegado estadio Montilivi de Girona, donde los verdiblancos dieron un paso puede que crucial en pos del ascenso, ya que los tres puntos sumados –y la derrota en Balaídos del Celta ante el Villarreal B– le permitieron dormir de nuevo en zona de ascenso y como líderes, condición que perdieron –ambas a la vez– cuando sufrieron el tercer revés de los cinco seguidos y cayeron en casa ante el Recreativo, el pasado 6 de febrero.

Más de un mes ha estado el Betis fuera de la zona de ascenso directo, a la que regresa justo cuando arranca el último tercio liguero y se avecinan partidos decisivos, pues tras recibir al Salamanca el próximo sábado (Villamarín, 18.00h), los de Mel han de visitar al Rayo en Vallecas (domingo 27, Canal Plus a las 21.00h) y recibir al Celta, sus dos rivales más directos en la pelea por el retorno a Primera.

Una serie de enfrentamientos que los de Mel afrontarán con la moral en perfecto estado de revista después de enterrar la crisis y traspasar los dañinos efectos de la misma a los celtiñas, que hace bien poco parecía que nunca iban de perder (sólo una derrota sumaron entre las jornadas 2 y 26) y ahora llevan tres derrotas seguidas en vísperas de visitar en el Nuevo los Cármenes al Granada, rival hoy del Rayo en el estadio de Vallecas, donde el Rayo necesita puntuar para desalojar al Betis de un liderato que mantuvo con autoridad durante 14 jornadas en la primera vuelta (de la 8 a la 22), justo desde que ganó al Girona en el Villamarín tras remontar un 0-1 con goles del añorado Miki Roqué y Dorado.

Campo anegado. La victoria de ayer fue de esas que pueden marcar el devenir de una temporada, pues se consiguió en condiciones sumamente adversas y ante un rival que se estaba mostrando como uno de los más sólidos de la categoría en su feudo, no en vano el Girona sólo había perdido uno de los trece partidos disputados hasta la fecha de local, donde había sumado 28 de sus 42 puntos.

El árbitro decidió que el partido se jugara pese a que en muchas zonas del campo, en especial la banda derecha por la que atacó el Betis en la primera parte, el balón flotaba completamente, lo que obligó a béticos y gerundenses a practicar un fútbol de patadón y tente tieso en el que lo primordial era alejar el esférico del área propia y ganar metros con patadas a seguir, como si de un match de rugby se tratara.

Visto el estado del campo, Mel prescindió de Ezequiel y formó en medio campo con Iriney y Beñat en el doble pivote, para situar más adelantados y por detrás de Jorge Molina a Rubén Castro, Emana y Salva Sevilla, el único que tuvo claro desde el inicio cómo había que jugar en el inmenso charco que era Montilivi, donde fueron los gerundeses los que llevaron la iniciativa  –y las ocasiones– en la primera parte.

Y es que quien más cerca estuvo de cantar gol en el primer periodo fue el Girona, sobre todo en un remate de Peragón (30’) que envenenó el agua y acabó por estrellarse en el poste y en la espalda de Casto antes de que Isidoro lo despejara.

A los verdiblancos les costó un buen rato amoldarse al estado del terreno de juego, pero cuando lo hicieron, tras el descanso –ya con el campo algo mejor– fueron netamente superiores a su rival. Emana aparcó las conducciones imposibles para percutir con fuerza por la banda izquierda y el buen trabajo en la presión de todo el equipo permitió recuperar cada vez más rápido el balón y acabar por encerrar al Girona en su parcela, donde se prodigaron las ocasiones.

El balón parado se presumía decisivo para decidir el choque y fue en un córner botado por Beñat donde llegó el 0-1 de Rubén Castro, un gol que permite al Betis sumar tres puntos de oro que le devuelven a la zona de ascenso, nada menos.

0 - Girona: Santamaría; Jose, Serra (Keko, m.80), Tortolero, Migue, Dani Bautista; Jandro (Ángel, m.74), Tébar, Dorca,; Peragón y Despotovic (Kiko Ratón, m.56).

1 - Betis: Casto; Isidoro, Belenguer, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat, Rubén Castro (Ezequiel, m.90), Emaná (Israel, m.82); Salva Sevilla (Arzu, m.80), y Jorge Molina.

Gol: 0-1, m.77: Rubén Castro cabecea un córner botado por Beñat.

Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Mostró cartulina amarilla a Despotovic (m.14), Serra (m.15), Beñat (m.26), Nacho (m.67), Tébar (m.73), a quien expulsó en el minuto 85 por doble amonestación.

Escenario: Unos 4.000 espectadores en Montilivi. Campo anegado por la fuerte lluvia caida instantes antes del partido. Unos 1.000 béticos en los graderíos.

 

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