El ex jefe de la Policía de Écija presenta una querella criminal contra el alcalde

Ricardo Gil-Toresano declara hoy en los juzgados por un supuesto delito contra el derecho de los trabajadores por relegar de funciones al agente

Antonio de la Rosa y el alcalde, Ricardo Gil-Toresano durante un acto. / Foto: M. R. Antonio de la Rosa y el alcalde, Ricardo Gil-Toresano durante un acto. / Foto: M. R. El alcalde de Écija, Ricardo Gil-Toresano (PP), declara hoy en el juzgado número 2 de la ciudad tras ser denunciado por el ex jefe de la Policía Municipal, Antonio de la Rosa, por un presunto delito contra el derecho de los trabajadores, por su paso a la segunda actividad y perder su cargo como jefe del cuerpo. De la Rosa abandonó el servicio activo y pasó a segunda actividad el 1 de enero de 2014 por decisión del alcalde, que destinó al hasta entonces jefe del cuerpo municipal de policía a labores de instrucción de expedientes sancionadores; es decir, a tramitar multas de tráfico, por venta ilegal o sanciones por la botellona, entre otras. El Gobierno local justificó el pase a segunda actividad del inspector jefe como una «reorganización de la jefatura de la policía». Gil-Toresano señaló en su día que la decisión de apartar a De la Rosa del servicio activo le competía a él y creía que «a lo mejor convendría meter a otra persona» para sustituirle. Pero De la Rosa interpreta que en la medida «hay represalias por la supresión de un concierto» el pasado verano. El policía presentó una querella criminal contra el alcalde «que es quien dictó el decreto para mi pase a segunda actividad y el juez ve indicios de delito contra el derecho de los trabajadores». Por su parte, Gil-Toresano niega las acusaciones del ex jefe de una supuesta venganza por la suspensión de ese concierto, «que además suspendí yo como alcalde». «No sé si De la Rosa tiene algún complejo persecutorio pero en ningún momento hay persecución alguna contra él», señala el regidor que asegura estar «muy tranquilo porque no hay materia en la denuncia» del policía. El regidor niega que en la decisión de pasar a segunda actividad a De la Rosa haya recibido presiones de su socio de gobierno, el Partido Andalucista, cuya mala relación con el mando policial no es nueva (ya fue apartado del servicio durante el mandato de Julián Álvarez y luego tuvo que ser readmitido), un extremo denunciado por el Sindicato Independiente de Policía (SIP-AN). Para el alcalde popular, el de jefe de la policía «es un puesto de confianza» y el equipo de Gobierno «tiene que sentirse identificado con esa persona, y creemos que [De la Rosa] lleva una trayectoria larga y sería bueno quizá meter a una persona nueva», una decisión que «compete a la alcaldía». El funcionario dice que se siente perseguido por el equipo de Gobierno y que su retirada «es una venganza y esta y la persecución van unidas», vinculando su pase a segunda actividad a su actuación en la suspensión del concierto organizado por la concejalía de Juventud y Deportes, dependientes del PA y a presuntas presiones de los andalucistas que el alcalde niega.

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