De bote en bote: así estaba desde primera hora de ayer la Feria del Libro de Sevilla en su segunda jornada. Solecito y día feriado, pero también nombres como Gamoneda o Vila-Matas, fueron los factores que determinaron el llenazo.
"¡Vamos pa' la Feria... aunque sea la del Libro!" La célebre proclama del escritor Pepe Serrallé pareció cundir de manera fervorosa entre el público desde primera hora, hasta tal punto de que se vivieron escenas insólitas, como la de un pequeño grupo arracimado frente a la caseta de Tres Culturas, esperando a que ésta abriera.
¿A qué esta gula lectora, esta extraordinaria voracidad? Las interpretaciones fueron de lo más diversas. En primer lugar, la coincidencia con el puente de mayo promete propiciar récords de asistencia en un arranque de Feria, porque si bien muchos sevillanos aprovechan para escaparse a la playa, no eran menos los forasteros que atrajo la Plaza Nueva al olor de la tinta y el papel. La climatología, maravillosa todo el día, fue sin duda otro factor beneficioso. Y aunque parezca un modo un tanto extraño de certificar el éxito, alguien comentó que la presencia en la Feria de vendedores de mecheros, loteras y algún pedigüeño era la prueba definitiva de que esta edición de 2008 ha empezado con buen pie.
Pero los factores primaverales venían respaldados por varios éxitos de programación. En la sesión matinal, los cuentacuentos del ciclo Leer para crecer y los del narrador Pelopincho encandilaron a los espectadores infantiles mientras sus padres se daban un respiro y aprovechaban para hacer algo de gasto por las casetas.
Por su parte, la jovencísima escritora Saloua el Moussaouí, estrella del ciclo Los niños escriben para los niños, se erigió como la primera superventas de este año -siempre a escala infantil- con la presentación de su libro Los sueños de Clara, presentado por la librería HyS, y que produjo un pequeño colapso debido al alto número de chavales que querían un ejemplar dedicado.
En un tono muy distinto discurrió el coloquio entre Andrés Sorel, escritor y secretario general de la Asociación Colegial de Escritores (ACE), y el poeta Antonio Gamoneda en torno al tema Emigraciones e inmigraciones en las culturas mediterráneas. "Es necesario -dijo el premio Cervantes- un ministerio de Inmigración o de Emigración eficaz que dé respuesta a esta pregunta: ¿Por qué esos hermanos subsaharianos tienen que morir a centenares en unas balsas que se traga el Mediterráneo o el Atlántico?", aseveró, para añadir a continuación esta sentencia lapidaria: "La globalización es la planificación de toda esta injusticia".
"Los que tenemos la palabra -apuntó Sorel en un encendido discurso- tenemos que combatir todo esto, hacer pensar, criticar... A menudo, cuando hablamos de culturas del Mediterráneo, parece un juego para entretenernos, porque en realidad hoy sólo existe una cultura, la que nos imponen los Estados Unidos, y cerramos los ojos a todo lo que vaya más allá del imperio anglosajón", apostilló el escritor.
Afuera, en cambio, se vendían docenas de libros en español. Prueba de que en la Feria del Libro hay oferta para todos los gustos, y de que cada convocatoria tiene su público, es el hecho de que una autora sevillana como la poetisa María del Valle Rubio presentara su libro Inusitada luz, sin el menor complejo y con su buen grupo de seguidores, exactamente a la misma hora en que todo un Enrique Vila-Matas abría el ciclo de charlas de la Fundación Tres Culturas. En este acto, por cierto, podía reconocerse entre las butacas a algunos notables escritores como Javier Mije, Antonio Rivero Taravillo o Hipólito G. Navarro, que no perdieron puntada de cuanto dijo el maestro barcelonés.
Otros rostros más o menos conocidos del mundillo literario, como José María Conget o Rafael de Cózar, y visitantes ocasionales como el periodista y escritor Ilya U. Topper, también se dejaron ver curioseando entre los expositores o atendiendo a las intervenciones públicas de otros compañeros.
Una interesante mesa redonda promovida por la editorial Algaida alrededor de la novela negra y las fronteras del género -con José Luis Muñoz, David Torres y el maestro librero Francisco Camarasa- y otra organizada por la librería Laraña sobre literatura musical en España -en la que intervinieron entre otros Javier Márquez, Jesús Gordillo, Juan Diego Martín y el periodista Blas Fernández- pusieron el broche a una jornada de Feria que, según todos los indicios, marcará un crecimiento sostenido al menos hasta el sábado, cuando asome por la Plaza Nueva el esperado Joaquín Sabina.
