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"En Hollywood me respetan no por lo que soy, sino por lo que puedo ser"

Julián Lara es director de cine. Salió de Sevilla con cinco películas de terror bajo el brazo y muchos kilómetros de festivales en el historial. Ahora busca acariciar el éxito en Los Ángeles.

el 03 may 2012 / 21:01 h.

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El director sevillano Julián Lara rodeado en Los Ángeles de algunos de los zombies que forman parte de su nuevo título.

Su destino estaba cantado. Rodar películas de zombies en Andalucía no es una profesión con futuro, hacerlo en Los Ángeles puede hacerte de oro... o de bronce, que también vale. El sevillano Julián Lara empaquetó sus cinco hemoglobínicas películas y hace más de un año puso rumbo a Hollywood. Allí, codeándose con lo más granado del celuloide que arrasa en los multicines, sigue firme en su propósito, erigirse en en un cineasta consagrado y experto en rodar con vampiros y muertos vivientes.

-Vivía en Alcalá de Guadaira, rodó allí sus películas, tenía a sus actores muy a mano... ¿Qué está haciendo en Los Ángeles?
-Sabía que tenía que pulir mi talento y eso requería aprender la técnica correctamente. Tenía claro que si salía de Sevilla no iba a ir a Londres o Nueva York. Los Ángeles era la única opción para mí. Aquí está la industria, el negocio. Me he graduado en la Escuela de Cine y si antes hacía las películas lo mejor que podía, ahora las hago lo mejor que sé. Al menos ya he aprendido.

-¿Ha comenzado a notar los primeros síntomas de estar viviendo el sueño americano?
-Básicamente este consiste en llevar a cabo lo que uno se propone, y eso es lo que estoy haciendo. Aquí te das cuenta de que puedes hacer lo que te gusta y vivir de ello, en España es casi imposible esto. Por eso, antes que vivir resignado ante un futuro ingrato en Sevilla, decidí probar el sueño americano. En Los Ángeles todo es posible, vives rodeado de gente que hace películas de monstruos, zombies y vampiros y que ganan mucho dinero con ello... en España aún te pueden mirar mal por querer dedicarte a este género.

-Se marchó habiendo dirigido varias películas de muertos vivientes y en Hollywood sigue en sus trece. ¿Por qué esa devoción por los fiambres?
-Realmente, mi última película de zombies, Zombie Xtreme, es de 2004. Mi último corto en España, Sweet blood, estaba protagonizado por una vampira y por Rafael Amargo. Pero, efectivamente, los zombies son mi devoción, y ellos son los protagonistas de mi primer rodaje en inglés: Till death do us part, que trata sobre una boda que es interrumpida por los ex-novios y ex-novias de los contrayentes.

-Habitúa a publicar en la red social fotos junto a celebridades del star-system. ¿Pura vanidad o relaciones de trabajo?
-Para mí relacionarme con las celebrities de Hollywood significa mucho más que una mera foto, eso es lo que se ve superficialmente. No es vanidad, en absoluto. Hay una palabra que aquí se usa mucho: networking, que es el arte de saber hacer contactos profesionales y saber mantenerlos. Y eso se me da bien. Además, aunque pueda tener otros defectos, soy honesto y ellos ven a legua a los falsos e hipócritas. Por ponerte un solo ejemplo, el día en que a Penélope Cruz le dieron la estrella en Hollywood Boulevard, yo estaba allí para conocer al mítico productor de Piratas del Caribe, Jerry Bruckheimer, quien estaba presente en la ceremonia de entrega de la estrella, pero el hombre es bastante tímido y se me escurrió, sin embargo, Javier Bardem fue muy amable y me hizo el favor de pasarle mis datos.

-¿A qué llamaríamos triunfar en Hollywood?
-A trabajar en lo que me gusta. Ojalá llegue algún día a tener una película de éxito en la cartelera. Pero de momento trabajo en una productora de cine de terror y, mientras, me ocupo de mis propios proyectos y del networking, algo que consume mucho tiempo pero que hay que hacer. De ese modo he llegado a hacerme colega de gente como Matt Groening, el creador de las series Los Simpsons y Futurama.

-Presentó Sweet blood en el Festival de Cine Europeo de Sevilla. ¿Se sintió raro entre tanto drama existencialista?
-Es cierto que la situación fue un poco extraña, que entre tanto drama apareciera un corto de vampiros como Sweet blood, con un marcado sentido del humor gótico y erótico. La audiencia lo disfrutó.Fue la nota de la noche. De hecho, espero y me gustaría que mi nuevo corto en inglés se proyecte este año en el certamen.

-¿Por qué los cineastas europeos son tan trágicos a la hora de contar sus historias?
-El cine europeo es diferente al norteamericano, pero estos últimos saben vender mejor lo que hacen. Yo soy fan del cine americano y es el que me ha marcado como persona y como cineasta. Y si miro el panorama cinematográfico español veo que no soy el único, ahí están para demostrarlo las películas de Paco Plaza, Nacho Vigalondo y Juan Carlos Fresnadillo.

-¿Cuál es el mejor momento que atesora de los que lleva vividos en EEUU?
-Indudablemente cuando he conocido a mis directores favoritos como San Raimi, John Carpenter, Peter Jackson o Guillermo del Toro. Pero si he de destacar una fecha, será el 1 de junio de 2011, ese día conocí a Steven Spielberg y jamás podré olvidarlo. Después de charlar un rato le pregunté si me recibiría en su oficina algún día, y él me dijo: "¿Quién sabe?", ese es el espíritu y la actitud que te animan a luchar por tus objetivos.

-¿No le genera ansiedad saber que por estos pagos le aguarda mucha gente con la expectativa en usted puesta muy alta?
-Me alegro de que así sea. Por aquí tienen claro que hoy no eres nadie pero mañana puedes ser alguien, te respetan, aunque sea con visión de futuro. Hay días mejores y peores pero a veces necesito mirar por mi ventana y contemplar el famoso cartel de Hollywood y darme cuenta de que estoy donde quiero estar.

-¿Cuál es el mayor tópico americano que ha tirado por tierra?
-Bastantes, pero si hay uno es el de la famosa pero errónea brutalidad policial. Aquí la policía es bastante respetuosa y si no haces nada malo ellos no te buscan problemas. Pero hay muchos antiamericanos que jamás han estado aquí y a los que les encanta criticar esta sociedad.

-¿Qué sería lo peor: volverse a Alcalá o acabar rodeando telefilmes de sobremesa?
-Lo peor para mí sería volver a mi tierra. Hacer telefilmes en USA no sería ningún problema. De hecho yo ya he hecho mis contactos con varias series de televisión. Y ya le he dicho al director de Los Simpsons que me encantaría poder rodar el episodio dedicado a Halloween. Ahora sé hacer bien las cosas así que, de una forma u otra, queda Julián Lara para rato.

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