Cultura

«Este libro no está escrito, sino diseñado»

El cordobés Vicente Luis Mora asume el desafío de ‘Alba Cromm’

el 06 jun 2010 / 18:45 h.

Vicente Luis Mora.
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Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970) es de los escritores que siempre están dispuestos a asumir desafíos. En su nueva novela, Alba Cromm, que acaba de ver la luz en Seix Barral, se mete en la piel de una implacable mujer policía, cuyo nombre da título a la historia. "No quería limitarme a utilizar el lado femenino, sino dar de veras voz en primera persona a una mujer mayor, con experiencia de guerra, desarraigos y culpas. Un narrador debe saber reinventarse", afirma.

Alba deberá perseguir a un abyecto pederasta que hace de las suyas en la red, a través de una compleja trama en la que se cruzará también el concurso convocado por un millonario, que a prometido una suculenta recompensa al hacker que logre burlar su inexpugnable sistema de seguridad informática. "Me interesaba crear un personaje femenino sólido, con garra y personalidad. Lo sometí a prueba en varios chats y foros de mujeres, haciéndome pasar por ella, y nadie sospechó que fuera un hombre", explica.

Lo más original es que esta historia se expone no como un libro convencional, sino reproduciendo una revista imaginaria muy machista, Upman, "parodia de esas revistas de machos millonarios y guapos", en la que ni siquiera faltan los anuncios publicitarios. "El libro no está escrito, sino diseñado", señala Mora. "Mi intención es señalar que los medios son el modo en que recibimos la realidad, una realidad que cada vez es más fragmentaria y más sometida a eso que llaman la atención zapping", prosigue el autor, y se anticipa a las eventuales suspicacias de sus lectores: "Sólo me he dejado llevar. Y no me siento menos literario por haber usado imágenes. Quienes me conocen saben que me gusta la literatura difícil".

El cordobés no duda en calificar esta novela de cervantina, "tanto por parodiar esas revistas de retratos idealizados de supermachos, que serían el equivalente actual de las novelas de caballerías" como por su audaz estructura, "en la que el narrador no es fácil de descubrir, si es que hay un narrador".

Mora sorprendió a propios y extraños hace unos meses, al proclamar públicamente su abandono del grupo de escritores llamado Generación Nocilla, al que ha estado vinculado junto a compañeros como Agustín Fernández Mallo o Eloy Fernández Porta. Algo que, según afirma, no ha tenido efecto en resultado final de Alba Cromm. "La primera versión es 2005, más o menos cuando empezaba aquello, así que la novela se ha escrito antes, durante y después de mi pertenencia a ese grupo. Ahora estoy en otra cosa, prefiero mirar al presente, al futuro. Estoy en otro lugar", asegura.

Poeta, narrador y ensayista, así como bloguero de referencia en su Diario de lecturas, Mora lleva ya dos años ejerciendo como director del Instituto Cervantes de Albuquerque (Estados Unidos), desde donde afirma haber visto "todo distinto sobre la literatura española, ya sea la narrativa, la poesía o la crítica. Para mí ha sido una experiencia muy valiosa, porque cuando estás dentro corres el riesgo de perder la perspectiva, careces de sana distancia. He descubierto que la literatura estadounidense es más grande y fuerte de lo que había pensado. Y también te ayuda a darte cuenta de la importancia de la literatura patria en el mundo. No digo más", apostilla.

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