El gran Pepe Guzmán estará observando orgulloso desde el cuarto anillo, junto al Cardenal Spínola, al que tanto visitaba bajo su enorme azulejo, en la antigua redacción de Carretera Amarilla, teníamos la máquina del café cómo sus compañeros, los de ayer y los de hoy, estamos defendiendo con uñas y dientes nuestros puestos de trabajo y la supervivencia de un periódico digno y honorable, como él solía definir a El Correo, en especial cada vez que se retrasaba el pago de una nómina y de los bolsillos no caía nada cuando los ponías del revés.
Boxeo. Más boxeo. Hoy nos ha dado por el boxeo. Así tituló Guzmán las tres páginas que un buen día le dio por dedicar al pugilismo en la sección de Deportes, que rara vez recogía información de lo que ocurría sobre el cuadrilátero. Solidaridad. Más solidaridad. Esta semana le ha dado a Sevilla por la solidaridad, podríamos escribir estos días en cualquiera de las secciones del periódico, aturdidos y emocionados por tantas muestras de apoyo como hemos recibido.
Pepe, ha sido increíble cómo toda la sociedad sevillana se ha volcado en estos difíciles momentos con El Correo. El Sevilla FC, sin ir más lejos, decidió ponerse nuestro nombre en su camiseta y ayer domingo ganó en Cornellá 1-3 al Espanyol, rompiendo de este modo una racha que duraba casi catorce meses sin conocer la victoria fuera de casa. El viernes se presentó Del Nido en la redacción junto al pequeño Jesús Gómez ¿recuerdas al que se rompía la garganta cada vez que marcaba un gol el Sevilla? y nos dejó una camiseta roja con el 2 de Fazio por detrás y el logo de El Correo por delante. Ni que decir tiene que el primer gol del partido lo marcó Fazio, como si el guión lo hubiera escrito el mismísimo don Marcelo (Spínola).
Ayer por la tarde nos visitó monseñor Juan José Asenjo, actual arzobispo de Sevilla y heredero del báculo que un lejano día portó nuestro fundador. Intercedió por nosotros ante Dios y ante los humanos decidme a quién hay que llamar y rezó una Salve en medio de la redacción, como en los viejos tiempos. Nos preguntó que cuándo dejamos de pertenecer a la Iglesia y le contesté que en 1986, hace 27 años.
El Betis, el otro club señero de la ciudad, también nos mostró todo su apoyo. Salió con camisetas dedicadas a El Correo justo antes del partido con el Barça, que lo televisaba el Plus, en hora de máxima audiencia. El sábado fue el Cajasol de baloncesto quien nos mostró su solidaridad antes de remontar y dar la vuelta a un partido que se le había puesto muy cuesta arriba, como se nos ha puesto el que estamos disputando a todos los que formamos la gran familia de El Correo. Un partido difícil pero que estoy convencido de que vamos a ganar, pues la afición está con nosotros y no la vamos a defraudar. Gracias. Más gracias. Hoy nos ha dado por dar las gracias. Se las merecen todos ustedes.
