FernandoFranco, un debutante en la dirección que ha superado todas las expectativas con ‘La herida’.Fernando Franco (Sevilla, 1976) lleva varios meses empadronado en una nube. Y no está previsto que se baje de ella a corto plazo. El motivo de dicho estado de subidón permanente es el inesperado éxito de su ópera prima como director, La herida, que triunfó en SanSebastián –Premio Especial del Jurado y Concha de Plata a la Mejor actriz para Marian Álvarez– y ahora cuenta nada menos que con seis nominaciones en los premios Goya, que se entregan este domingo.«No hubiéramos podido imaginar algo así ni en nuestros mejores sueños», explica el director en un tono de voz sorprendentemente sereno, aunque previamente ha reconocido que estos días están siendo para él bastante estresantes. «Cuando empezamos la película ni siquiera sabíamos que íbamos a estrenar. San Sebastián fue un gran empujón en este sentido, pues solo entrar en Sección oficial nos permitió una visibilidad que no teníamos antes. Los dos premios recibidos han permitido que el filme tenga distribución comercial, y con ese runrún hemos llegado hasta aquí», agrega.Lo de Fernando Franco podría llamarse llegar y pegar, si no fuera porque lleva 16 años en esto del cine... Pero como montador. A él le debemos, por ejemplo, el resultado final de cintas como Bon appetit, No tengas miedo o Blancanieves. «Montar películas es un trabajo de fondo, muy de pico y pala, pero que disfruto mucho. Dirigir es otra cosa, en realidad nunca me he sentido maduro para hacerlo, pero llevaba cinco años dándole vueltas a La herida, buscando financiación, y me eché la responsabilidad encima». Imagen del filme ‘La herida’, de FernandoFranco.El debut de Franco es una obsesiva historia alrededor de un personaje femenino que aparentemente lleva una vida normal, pero que en la intimidad revela serios problemas para relacionarse, e incluso cae presa de espeluznantes raptos de agresividad. Digamos que se trata de una propuesta muy diferente a ese cine de evasión que muchos espectadores reclaman ahora para huir de la depre generalizada. «Cuando me planteo un proyecto, pienso en mí mismo como el primer espectador», afirma el cineasta. «El de evasión es un tipo de cine que no me interesa, aunque como todo el mundo veo también comedias y pelis de acción... Lo que me atrae es el retrato psicológico de los personajes, una mirada en profundidad».«También quiero acercarme a temas más o menos proscritos o subterráneos», prosigue. «El cine te da la opción de mostrar algo que puede ser relativamente invisible para la mayoría de la gente, y ponerlo en una pantalla. Y en eso soy muy gente, necesito que lo que hago me golpee de alguna manera».Resulta muy interesante, en este sentido, comprobar las reacciones de público y crítica frente a esta propuesta. Mientras ha habido reseñistas que han dicho «no vayan a ver esta película» por su dureza, algunos psiquiatras y psicólogos han aplaudido el realismo feroz con que Franco retrata un desequilibrio mental como el de su protagonista. «Creo que los problemas hay que confrontarlos», asevera el sevillano. «Respecto a los expertos, bueno, no tengo ninguna formación psicológica ni psiquiátrica a nivel académico, pero con una actitud diletante he tratado de consultar mucha bibliografía, me he documentado bastante para no traicionar el retrato de una persona con esas características. Quería que la gente que sufre esa situación se sienta identificada».Según dice, lo ha logrado en parte. «Hay quien, padeciendo trastornos similares, me ha dicho que no se veía ahí. Pero he intentado no hacer una película sobre un mal en concreto, me cuido mucho de mencionar en el guión el nombre del trastorno que padece la chica. no es un tratado médico», subraya.Sea como fuere, La herida ha puesto el nombre de Fernando Franco en lo más alto del cine español, y ha venido a confirmar el gran momento que vive el cine andaluz desde hace ya más de una década. «Por un lado, me siento muy afín a las cosas que hacen Alberto Rodríguez, Santi Amodeo o Jesús Ponce. Aunque sea tangencialmente, empecé trabajando en producciones puntuales de ellos, y he colaborado con Letra M, Jaleo y Maestranza... Pero no soy fan de las etiquetas, que a veces te meten en paquetes restrictivos y hacen que se pierdan muchas cosas diferenciadoras».Ahora, mientras aguarda la cita del domingo, Franco sigue tan ocupado –acaba de montar un filme y ya ha empezado con otro– que casi no ha tenido tiempo de ver a sus rivales: Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, 15 años y un día de Gracia Querejeta, La gran familia española de Daniel Sánchez Arévalo y Vivir es fácil con los ojos cerrados de David Trueba. «Como montador he aprendido que los premios son muy aleatorios, al final sirven para que la película camine. Estar ahí con seis nominaciones es ya un éxito, más tratándose de una ópera prima muy modesta», dice.Y concluye: «Soy una persona de expectativas cero. Lo que venga será una sorpresa, lo vives y los disfrutas todo». Lo único seguro es que La herida no será la última película de Fernando Franco como director. «Ya estoy trabajando en el próximo proyecto, aunque advierto que soy muy lento», adelanta. «Tendrá que ver con La herida en lo que tiene de retrato de personajes, y en el tono intimista. Pero en lugar de una chica, hablaré de una pareja».