Cultura

Juana Salazar. La Tobala: 'En el flamenco lo más difícil es ser uno mismo'

Con su cuarto disco, Juana Salazar, más conocida como La Tobala (Sevilla, 1969) vuelve a reivindicarse como una cantaora con sello personal y bien asida a sus raíces. Lenguaje puro (La Voz del Flamenco), con producción y guitarras de su marido, Pedro Sierra, contiene sus credenciales flamencas.

el 15 sep 2009 / 00:20 h.

Con su cuarto disco, Juana Salazar, más conocida como La Tobala (Sevilla, 1969) vuelve a reivindicarse como una cantaora con sello personal y bien asida a sus raíces. Lenguaje puro (La Voz del Flamenco) contiene sus credenciales flamencas.

Con producción y guitarras de su marido, Pedro Sierra, Lenguaje puro es según la artista sevillana "un disco de flamenco ortodoxo, no de eso que llaman flamenquito", pero también acalara que el título no quiere pretende hacer hincapié en el tan traído y llevado debate sobre la ortodoxia. "Más bien se trata de un juego de palabras, lo puro es la verdad sobre algo, y en este caso yo la busco en mi cante", señala.

En la grabación, tanto La Tobala como su esposo quisieron que el resultado quedara lo más franco y directo que fuera posible. "Que fuera algo muy fresco, que las tomas no se repitieran demasiado, sin pinchazos y de un tirón, con la espontaneidad de antaño", explica.

Este propósito queda patente en un repertorio que comprende seguiriyas de los Caganchos, malagueñas de Chacón, fandangos de Puente Genil, la soleá petenera de Pepe de la Matrona, levanticas, alboreás, tangos extremeños, un abanico de cantes en los que la sevillana asegura sentirse igual de a gusto saltando de unos a otros. "Me siento igual de cómoda en los diez cortes, los he elegido adrede, muy a conciencia", afirma.

"Me gustan tanto los cantes de levante, que no tienen ritmo, como aquellos que llevan los tiempos más marcados", explica.

Tras su debut con Rincones de sueños puros, La Tobala continuó su trayectoria discográfica con el álbum Azul y el posterior De ayer y hoy, siempre respaldada por buenas letras y músicos de envergadura. Esta vez le escoltan, además de Sierra, la percusión de José Carrasco, el bajo de manolo Nieto, las palmas de El Junco y Roberto Jaén, la guitarra acústica de Michelle Iaccarino, la mandola de José Ángel Carmona y los textos del periodista y flamencólogo Alberto García Reyes.

A lo largo de este largo camino, La Tobala ha ido bebiendo de las fuentes magistrales de la Paquera de Jerez, la Perla de Cádiz y la Niña de los Peines, y afirma que en el flamenco "lo más difícil es ser uno mismo, intentar llevarte a tu terreno lo que otra gente ha hecho anteriormente. Humildemente, me gustaría dejar a las generaciones venideras un sello propio", afirma.

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