Local

La "madre" y rectora de la Olavide

La comunidad universitaria dedica el edificio del Rectorado a la desaparecida Rosario Valpuesta.

el 14 jun 2013 / 17:59 h.

TAGS:

De naturaleza “inconformista”, de personalidad “dulce” y a la vez “arrolladora”, de visión “clarividente”, “excepcional jurista”, maestra “inigualable” y la primera mujer rectora del país que siempre defendió la universidad pública enarbolando las banderas de la libertad, la igualdad y los derechos sociales. Es la definición que coincidieron en dar familiares, compañeros, antiguos alumnos y todos los que la conocieron y que ayer asistieron al acto de homenaje que le rindieron “los suyos”, los de la comunidad universitaria de la Pablo de Olavide (UPO), tras rotular el edificio del Rectorado con el nombre de Rosario Valpuesta (1953-2013), fallecida en marzo.   De esta forma se agradecía el trabajo del “alma mater” en lo que hoy conocemos como campus de la Olavide. “La UPO se ha quedado huérfana porque se ha muerto su madre”, destacaban mientras sus hijos, Fátima y Alberto, destapaban las letras con el nombre de su madre. “Estamos muy orgullosos, pues al ver esta plaza [por la explanada próxima del Rectorado], estamos viendo a mi madre. A partir de ahora su nombre quedará para siempre grabado en este lugar por el que tanto se desvivió y en el que esperamos que algún día sus nietos puedan aprender sus enseñanzas”, señalaron emocionados los vástagos de esta catedrática en Derecho Civil, que entre 1997 y 2003 desempeñó el cargo de rectora, y que en los últimos años era articulista de El Correo de Andalucía. El pasado mes de marzo, la muerte le sorprendía “marchándose injustamente pronto”.   Entre lágrimas y risas, en un emotivo y “agridulce” ambiente, los tributos a su legado prosiguieron en el Paraninfo con la proyección de un vídeo donde se repasaron los momentos más importante de la vida personal y profesional de Rosy, como le llamaban cariñosamente, que concluyó con el tema Hacia la vida de Chavela Vargas. Aunque para dar a conocer su figura, tanto profesional como personal, nada mejor que la retahíla de testimonios –muchos entre lágrimas– de distintos colectivos de la UPO. Desde dos de sus discípulos, Francisco Oliva y Francisco Infante –hoy ya profesores– hasta empleados de la propia universidad. Los primeros expusieron el ahínco de Valpuesta en que “la constitución penetre en todos los rincones del derecho civil”, pero también su “calidez” y “espontaneidad” para desarrollar un liderazgo “sin imposiciones”, y en el que no faltaban “sus comentarios de moda”, como “¿qué os parece esta blusa?, me ha costado diez euros en el mercadillo de la esquina”.   Bromas aparte, también tomaron la palabra la hermana de la fallecida, María, que recordó el prólogo de su último libro (La disciplina constitucional de la familia...), así como el decano de la Facultad de Derecho de la UPO, Andrés Rodríguez Benot, que anunció un premio a la investigación jurídica sobre el derecho de familia con el nombre de Valpuesta, al tiempo que destacó el apoyo que” esta jurista y feminista del siglo XXI” dio al encierro de inmigrantes en 2002: “Porque la Universidad es un espacio de libertad y justicia”. Amparo Rubiales, presidenta en funciones del Consejo Social de la UPO, la calificó como “la primera indignada conocida”, mientras que su “maestro”, el jurista Angel López, subrayó la firme defensa que tuvo de la autonomía universitaria como “resistencia al poder y culto a la razón”. Rosario Valpuesta

  • 1