Apuntes del natural es el título del poemario con el que el onubense Manuel Moya se alzó con el disputado premio iberoamericano de poesía Hermanos Machado en su tercera edición. Un título que acaba de ver la luz en la colección Vandalia de la Fundación José Manuel Lara, y que será presentado hoy a las 13.00 horas en la sala Apeadero, en el marco de la FLS. Moya (Fuenteheridos, 1960) explica que el contenido de estos Apuntes... no es sino una galería de personajes amados, desde Julio Cortázar a Fernando Pessoa, pasando por Edward Hopper, Cervantes, Cesare Pavese o De Chirico. Una galería de retratos que son autorretratos, explica el autor, cuyo objetivo primordial era crear una atmósfera propia, dejando que poemas que he ido escribiendo durante diez o doce años se junten por afinidades electivas. Una atmósfera, también, en la que el lector pueda internarse sin grandes dificultades ni cambios de temperatura, agrega. Los nombres representados en estos poemas, tan distintos entre sí, responden según Moya a las poéticas que me han ido interesando, y a algunas de las tradiciones a las que he querido agarrarme, pero no a un deseo de escapar de la asfixiante actualidad, aunque a veces lo que nos salva son esas cosas que no muerde el presente. Uno se refugia entonces en valores seguros, como dirían los cabrones estos de las finanzas, y que no son sino pequeños compañeros de viaje que llevan mucho tiempo a nuestro lado. También ellos nos ayudan a comprender el presente, dice. Asimismo, Manuel Moya valora del premio, además de su dotación económica, el hecho de que aparezca en una colección como Vandalia, cuidada y de óptima distribución. Publicar en una editorial que mueve sus libros es siempre un plus, porque lo normal cuando publicas a través de premios es que los ejemplares se guarden en los límites del ayuntamiento convocante. La dimensión de un libro a menudo no la da el autor, sino el sello que lo lanza, al menos en un género tan minoritario y provincial como la poesía, añade el autor. Cabe recordar que Moya es autor de varios libros de poesía y prosa, entre los que destacan las novelas Las cenizas de abril (premio Fernando Quiñones), Majarón y La tierra negra, sin olvidar sus celebradas traducciones del Libro del desasosiego de Pessoa y la Poesía completa de Alberto Caeiro, entre otros.
