El problema de la botellona propició el nacimiento de la asociación vecinal La Florida-Sevilla, en el Distrito Nervión. De aquello hace ya diez años. Desde entonces peside esta entidad Ángeles Madrona, una profesora de Secundaria que este año sólo ha pedido una cosa en su carta a los Reyes Magos: que Sevilla tenga "más conciencia ciudadana".
-¿Qué le parece el proyecto de rehabilitación que ha presentado Zoido para el antiguo mercado de la Puerta de la Carne?
-No es de nuestro agrado. Teníamos otras propuestas para el edificio, pues creemos que hay otras necesidades en el barrio. No vemos muy necesario un mercado gourmet, ni tampoco la galería comercial. El tema del aparcamiento está bien, pero no sabemos de qué forma se hará.
-Porque, ¿qué necesidades tiene el barrio? ¿Qué propone para el mercado?
-Nos gustaría que el centro cívico que corresponde a la zona, el de la Buhaira, se ampliara un poco, porque el edificio es precioso, pero muy poco práctico. Otros centros cívicos de la ciudad tienen biblioteca, centros donde reunirse los vecinos, talleres e incluso unas pequeñas instalaciones deportivas, pero en el nuestro no hay nada de nada. Nos hubiese gustado que el centro cívico se trasladase o se ampliase en el mercado. En el barrio detectamos que mayores y jóvenes no tienen un sitio donde reunirse. De hecho, nosotros y el resto de asociaciones no tenemos sede.
-¿Cuál será la hoja de ruta ante un proyecto que no convence?
-Seguiremos insistiendo en las juntas municipales del distrito para que nuestras propuestas de centro cívico en el mercado se incluyan en el proyecto que ha presentado el alcalde. ¿Otro mercado gourmet? No, por favor. Zoido debe pensar más en los vecinos y no tanto en el turismo.
-¿Qué otras carencias tiene la zona de La Florida?
-Por ejemplo, zonas deportivas, cero. Zonas de estudio, cero. Bares y veladores, mil millones, estamos saturados. Aquí está todo muy enfocado al turismo y muy poco a los ciudadanos. Hay establecimientos que no exhiben su licencia de veladores expuesta o simplemente no la tienen.
-Se movilizó el barrio contra la proliferación de botellonas. ¿Solucionado el problema?
-Esto es ZAS (Zona Acústicamente Saturada) desde hace varios años por los continuos ruidos de bares y el tráfico que soportamos. La botellona sigue en el entorno de la avenida Moreno Galván, don_de se concentran las discotecas.
-¿Parece increíble que persista el problema cuando se cumplen diez años de una ley autonómica que trata de regularlo?
-Sí, pero nosotros tenemos la dificultad de no poder contactar directamente con la Policía Local, sino a través del 112. Además, hay que reconocer que la Policía cuenta con muy pocos efectivos, sobre todo por las noches. Efectivamente hay una ley, pero no hay medios para aplicarla. Es absurdo. De leyes estamos sobrados, pero sin medios... como si no existieran.
-¿Hubiera sido la solución construir el botellódromo?
-No porque es legalizar algo que no debería legalizarse: no podemos crear un sitio para que la gente se desmadre y se emborrache, y encima que sea a costa de nuestros impuestos. La inversión ha de ir mejor para centros cívicos e institutos, para que abran los fines de semana y ofrezcan una alternativa sana. Pese a ello, es un tema que forma parte de nuestra cultura. Legalmente hay muchos botellódromos, es decir, el entretenimiento más grande de los adultos es tomarse unas cervezas con tapas en las terrazas. ¿Cómo vamos a convencer a los jóvenes de que hagan otra cosa diferente, y además que se controlen?
-¿Qué obras de urgencias necesita la zona?
-La Florida tiene serios problemas de aparcamiento y doble fila, y a cambio cuenta con un acerado anchísimo. Si la acera fuera más pequeña se podrían habilitar aparcamientos. Ya en su día pedimos un parking soterrado en la calle Juglar. Nosotros estamos en el límite del Centro y en determinadas épocas, como Navidad, la gente viene a aparcar aquí.
-¿Se actúa contra la doble fila?
-Poco, la verdad. Sería bueno implantar el tema del cepo, pues aquí como no sea sancionando, por las buenas aprendemos poco.
-¿Se notan los recortes en el distrito Nervión?
-Nosotros vemos que hay dinero para cosas más o menos básicas, como reposición de marmolillos o pintado de paseos de peatones, pero otras cuestiones, como la poda de árboles, arreglar acerado o mejorar la señalización, que no parecen muy costosos, no logramos que se hagan.
-¿Qué prometió Zoido?
-En la reunión que mantuvimos con él le expusimos nuestras propuestas, incluida la del mercado y el adecentamiento de la zona, pero allí se quedó. Nosotros seguimos insistiendo.
-¿Se plantea algún tipo de acto para que se tengan más en cuenta las propuestas vecinales?
-No contemplamos movilizaciones porque para ello tiene que haber un poder de convocatoria grande, y ahora mismo es difícil sin local de reunión. A los políticos les interesa esta situación: cuanto más callado esté un pueblo, mejor. No hay facilidades para que se produzca el movimiento asociativo. Hay poca consulta a los ciudadanos. Los políticos consideran que hay unas prioridades y apuestan por el turismo, pero a los ciudadanos se nos dan pocas posibilidades de reunirnos. A ello se une que los sevillanos tenemos poco espíritu asociativo. Somos de quejarnos mucho e implicarnos poco. Hablamos mucho, pero hacemos poco.
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