Reconocimiento a los policías locales que iniciaron el rescate del incendio de Vitalia en Écija

Los tres agentes que primero entraron en la residencia de ancianos recibirán la Medalla de Oro; otros siete una felicitación pública, al igual que Policía Nacional, bomberos y ambulancias.

El Ayuntamiento de Écija ha aprobado en el último pleno municipal conceder la Medalla de Oro de la ciudad a tres policías por su actuación en el incendio de la residencia de ancianos Vitalia en noviembre de 2012. En el siniestro falleció un hombre, pero la actuación de los agentes «evitó mayores desgracias de las ya producidas», según el Consistorio. La condecoración de los tres policías locales está respaldada por un informe de la Jefatura de Policía Municipal del 5 de noviembre de 2012 y el atestado policial con lo sucedido la noche del incendio, la del 2 de noviembre de 2012. Esa noche, pasadas las 23.00 horas, un fuego supuestamente ocasionado por una colilla mal apagada provocó el incendio del ala derecha de la residencia de ancianos y la muerte de uno de los residentes, F.A.R.A., de 83 años. Ese fallecimiento dio lugar a una denuncia y posterior actuación judicial «ya archivada», según la propuesta municipal a pleno. Cuatro agentes municipales que patrullaban a esa hora por la barriada de La Alcarrachela, donde se ubica el geriátrico, fueron los primeros en llegar y los que entraron en el edificio para tratar de sofocar el fuego y evacuar a los ancianos. Posteriormente, se les unieron otros seis municipales y agentes de la Policía Nacional y bomberos. En concreto, los policías a los que se entregará la Medalla de Oro son Miguel Pérez García, Juan Manuel Cano Rivero y José Ángel Nogales Guillén, «por la profesionalidad demostrada en su intervención» en el incendio del asilo «por cuanto su diligente actuación evitó mayores desgracias». Otros siete agentes municipales y los cuerpos de bomberos, Policía Nacional y ambulancias recibirán también la felicitación pública y el agradecimiento de la Corporación municipal de Écija por su actuación en el siniestro. Cinco de los policías municipales y varios agentes de la Policía Nacional necesitaron atención médica en el hospital San Sebastián por inhalación de humo y otros recibieron los primeros auxilios en el lugar del siniestro tras ayudar a desalojar toda el ala afectada, «alrededor de 20 o 30 personas». Evacuación. El equipo de Gobierno el mismo día del incendio alabó la efectividad de la Policía Local, los bomberos y de un auxiliar del geriátrico, «que con un extintor acudió a apagar las llamas», porque arriesgaron su vida para evitar una tragedia mayor. Días después del siniestro, uno de los agentes que participó en la extinción del incendio contó que entraron en la planta incendiada «sin ver nada por la gran cantidad de humo y sin luz, y tapándonos la nariz y boca con el polo del uniforme» para evacuar a los ancianos, algunos de los cuales «seguían durmiendo mientras eran evacuados en brazos o en sillas de ruedas», tras la entrada en el edificio de los bomberos. Sin su rápida actuación las consecuencias del fuego hubieran sido más graves.

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