El meta portugués Ricardo, relegado al ostracismo por Paco Chaparro durante varios meses, salvó ayer la cabeza de su técnico al parar un penalti (77') y evitar un gol cantado de Soldado en el tiempo de descuento, cuando parecía que el Getafe iba a ganar un partido que perdía por 2-0 desde los nueve minutos, en tiempo récord.
La tarde, metida en agua, no había podido empezar mejor para los verdiblancos, que a los nueve minutos de partido ya gozaban de una cómoda ventaja en el marcador, después de que Juanma (8') y Mark González (9') materializaran en gol las primeras oportunidades que se les presentaron y de que el propio Soldado se hubiera encontrado con el inspirado Ricardo (3') en la primera gran ocasión del partido, que había sido para el Getafe.
Sólo los más viejos del lugar podían recordar un inicio de partido tan placentero para el Betis, que no marcaba dos goles tan pronto desde que lo hiciera en septiembre de 1958 ante el Athletic, hace ya más de cincuenta años. Y es que el sino de este equipo es sufrir, aunque se le ponga todo de cara para romper con una racha de resultados nefastos que le acompañan desde hace meses (con el de ayer son 5 puntos sumados en los 9 últimos partidos) y tienen al equipo al borde de los puestos de descenso y a su técnico, al filo de la destitución.
Y así fue, la placentera sensación de ir ganando 2-0 no duró ni media hora, pues a los 32' se iba a la caseta el impulsivo Juande después de dos entradas desmesuradas en medio campo que Muñiz Fernández no le pasó por alto. El Betis seguía con sus dos goles de ventaja -hubieran sido tres si Emana (30') no remata a las nubes una buena jugada de Mark y Sergio- pero ya nada era lo mismo. Ricardo, con un paradón ante Uche (31'), permitió a los suyos mantener el 2-0 hasta el descanso, que debía servir para recuperar fuerzas y trazar un nuevo plan con el que proteger el preciado botín que se había conseguido gracias a un minuto de inspiración goleadora.
Doble cambio. En el descanso, sólo Víctor Muñoz movió piezas: y dio entrada a Contra y Albín por los desafortunados Rafa -un mejoradísimo Mark González le dio la tarde- y Adrián. Paco Chaparro mantuvo a los mismos diez, y eso que Rivas había empezado a calentar en cuanto Juande vio su primera tarjeta (15'), pero antes de decidirse a cambiarlo el motrileño ya había sido expulsado.
El Getafe empezó a cargar el juego por la banda de Monzón, y Casquero y Granero eran unas máquinas de colgar balones al área, donde, pese a todo, Ricardo apenas pasó por situaciones de excesivo apuro. A Mark González se le iban acabando las fuerzas y entonces Chaparro optó por dar entrada al corpulento Rivas en lugar del veloz chileno para recomponer la defensa, subir al medio campo a Arzu y escorar a Emana a la izquierda.
Todo le salió al revés al técnico bético, pues a las primeras de cambio Uche descubrió las vergüenzas de la cintura de Rivas y lo quebró en secó antes de anotar el 1-2 con pasmosa facilidad. Luego, otro cambio que no aportó nada, mas bien al contrario: Rivera por Arzu, al parecer con problemas estomacales. Y al instante, el 2-2 de Uche tras aprovechar el tremendo agujero que había en el eje de la zaga bética.
El Betis hacía tiempo que había dejado de existir en ataque -sólo escaramuzas de Sergio o una contra mal llevada de Juanma-, aunque aún hubo tiempo para otro error garrafal de Rivas: penalti claro a Soldado (77') que Ricardo evitó que fuera la sentencia y el fin de Chaparro y nuevo paradón en el descuento de de Ricardo para que el 2-2, al final, supiese a gloria.
