Disney congela el otoño

La conocida productora presentó ayer en Sanlúcar la Mayor su nueva apuesta de cine, ‘Frozen:el reino de los hielos’, donde una princesa luchará por acabar con el eterno invierno

el 23 nov 2013 / 17:53 h.

Disney ha decidido que no va a escatimar esfuerzos a la hora de que todos los niños vayan al cine estas Navidades. Por eso, la campaña de promoción de su nuevo filme, Frozen: el reino de los hielos, está a la altura del empeño fijado. Ayer, una división de la popular productora aterrizó en Sanlúcar la Mayor con un único propósito: bajar tanto la temperatura que la nieve hiciera acto de presencia, como no sucedía desde la segunda mitad del siglo pasado. nieve-sanlucar-mayor Y así fue, un espectacular manto blanco cubrió pronto las calles. Los más pequeños, claro, tardaron poco en lanzarse a ella. Durante el evento, se cubrieron con nieve artificial 1.200 metros cuadrados de la plaza Virgen de los Reyes, los vecinos disfrutaron además de una pista de hielo de 150 metros cuadrados y vieron pasearse un reno  por sus calles mientras la temperatura ambiental era de 15 grados. Sembrada la ilusión, queda ahora por comprobar si el reclamo será devuelto por una entrada de cine. Frozen: el reino de los hielos es una cinta de animación digital en la que una espontánea y natural princesa lucha por acabar con el maleficio que asuela su reinado: el eterno invierno. Aunque sigue habiendo reyes, magia y ficción, esta vez Disney lleva a la gran pantalla una aventura épica en la que una inusual princesa acompañada por un reno, un hombre y un muñeco de nieve rompe los viejos tópicos de antaño. “Esta película nos empujaba a hacer algo distinto, una historia de enfrentamiento del miedo contra el amor, que creo que es un tema muy contemporáneo”, explicó ayer Jennifer Lee, codirectora de este filme que se estrena el próximo viernes en España y en el que, según Chris Book, el otro codirector, querían “redefinir lo que es el verdadero amor. Para nosotros era una idea muy especial”. Y es que en Frozen los más jóvenes conocen nuevos patrones donde los príncipes también salen ranas, las princesas también pueden decir lo que piensan e incluso las brujas tienen su corazoncito e historia que contar. “Tratamos de hacer unos personajes que fueran especiales, que no fueran perfectos. Que fueran desobedientes y extravagantes”, asegura Buck, quien también dirigió uno de los últimos éxitos de Disney en animación convencional, Tarzán. Frozen: el reino de los hielos sí que busca, pese a todo, una inspiración clásica, pues toma como base en el cuento de hadas La reina de las nieves, de Hans Christian Anderson, escritor al que Disney debe su resurrección en 1989 con La Sirenita. En este cuento, en cambio, las protagonistas no se enmarcan en esta tradición de “princesas Disney” a la que pertenecía esa sirena llamada Ariel capaz de cambiar su naturaleza por Eric, el príncipe pluscuamperfecto. Más bien, este relato es capaz de contagiar al público con un optimismo desbordante donde los vínculos que unen a dos hermanas van más allá del amor irreal entre un príncipe ególatra y una joven princesa. “Nunca sentimos la presión de hacer una princesa Disney o un patrón concreto. La clave para nosotros era hacer una heroína cotidiana, sin magia, simplemente con un gran corazón”, asevera Lee. Así, las voces de las dos princesas, caracterizadas por Idina Mendel y Kristen Bell, son esenciales para hacer representar una fantasía épica en el que dos hermanas princesas representan dos caras opuestas de una misma moneda. La inocencia, la falta de experiencia y la ingenuidad desmesurada de una inocente princesa luchan por vencer la intransigencia y el miedo al rechazo de su gélida hermana, la princesa mayor. Y hablando de voces, en Frozen no faltan las canciones gracias a las poderosas melodías creadas por el matrimonio de compositores, Robert López y Kristen Anderson López, que dan fuerza y alegría a la película con canciones como Do You Want to Build A Snowman? o Love Is An Open Door. Robert López, con sangre latina en sus venas, recala en Frozen tras una amplia trayectoria en los musicales de Broadway, donde ha obtenido varios premios. Entre villancicos y a la espera de los regalos de Navidad, Frozen hará disfrutar de una divertida e inusual historia que además se desarrolla en los paisajes congelados de Noruega (aunque los de Sanlúcar la Mayor también podían haber dado el pego), lo que supuso un reto para los técnicos de deslumbrantes resultados.

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