No corren buenos tiempos para realizar grandes estrenos. Las hermandades son conscientes de la ajustada realidad económica, sin que para ello haya sido necesario el llamamiento de Asenjo de hace unos meses a la austeridad en gastos relacionados con la mejora o enriquecimiento del patrimonio. Pero la Semana Santa de 2011 no iba a quedar huérfana de, al menos, un gran estreno: el paso del misterio de las Cinco Llagas de La Trinidad, que estos días recibe los últimos golpes de gubia en una nave del polígono de San Jerónimo. Todo tiene que estar listo (más bien, tallado) para el próximo Sábado Santo.
Tres metros cúbicos de cedro real, ocho cartelas con los principales pasajes pasionistas -de la última Cena al Señor Resucitado con Santo Tomás-, y dos años de intenso trabajo. Es lo que ha hecho falta para alumbrar la botadura de este nuevo barco para la Semana Santa de Sevilla. El tiempo apremia ante la llegada del día 24, fecha prevista para el traslado de las andas a la basílica de María Auxiliadora. Para entonces, tiene que estar terminada la primera fase de este proyecto que lleva la firma de los Hermanos Caballero. "Para este año se estrenarán la parihuela, la canastilla tallada en madera y el moldurón en carpintería", explica Manuel Caballero que, enfundado en su inseparable bata azul, recorre con la vista las mesas en las que se moldean las mil y una piezas de madera con distintas formas vegetales (principalmente espigas y racimos de uva en alusión al carácter sacramental de la hermandad) con una clara inspiración barroca.
Pese a seguir la impronta del anterior paso -por expreso deseo de la junta de gobierno trinitaria-, el joyero del Cristo de las Cinco Llagas es de estilo romántico y mantiene "una forma piramidal" en el que destacan especialmente las cartelas, cuyas escenas han sido esculpidas por Mariano Sánchez del Pino: "Impactarán las de las esquinas por su forma tan valiente, que rompen con la rectitud de la canastilla. No están muy cargadas de talla. Llevan una media caña que recorre todo el perímetro combinada con hojas de acanto. Con esto le hemos querido dar movimiento", señala el autor del diseño, el sobrino de Manuel Caballero, el joven Óscar.
Otra de las novedades serán los respiraderos, únicos en su especie: "Aquí es dónde se ha innovado. No hay ningún paso en Sevilla que tenga unos respiraderos dobles, con dos volúmenes: una galería superior con volutas y abajo cuelgan los respiraderos tallados con ornamentación barroca", detalla Caballero. Para ver esto habrá que esperar a 2012, fecha en la que se terminará todo el tallado, incluido los candelabros, pues los que sacará este año han sido cedidos por el propio taller.
Las nuevas andas serán 20 centímetros mayor que las anteriores, midiendo 5,40 metros de largo. El ancho no ha variado: 2,45. Estas dimensiones ha permitido que, a petición de la hermandad, se incorpore una trabajadera más, alcanzándose así la cifra de nueve palos. Hará falta. El peso con todas las figuras rondará los dos mil kilos.
