Un Gobierno a contramano

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, pide a sus consejeros aunar austeridad y políticas de estímulo para reactivar el empleo, prioridad esencial del nuevo ejecutivo.

el 07 may 2012 / 10:45 h.

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, inauguró ayer un gobierno a contracorriente. Pidió "responsabilidad, tesón y lealtad institucional" a sus 11 consejeros, que prometieron o juraron el cargo en el Palacio de San Telmo, pero enseguida les hizo tomar conciencia de que Andalucía va a librar la partida contra la crisis y el paro con una reglas del juego distintas, y por esa razón, sus decisiones serán sometidas a un severo juicio por parte del Gobierno central. El presidente reclama de su equipo "capacidad de gestión", pero también "explicación de sus políticas". "Tendremos que demostrar día a día responsabilidad y valía conscientes de que somos objeto de recelo de unos y la esperanza de otros", dijo. Esta es la carta de presentación de la nueva Junta, integrada por primera vez en democracia por una coalición PSOE-IU. Griñán ha reinventado el viejo eslogan del Spain is different y trata de aplicárselo a Andalucía. "Hay que demostrar que la política no es un camino de dirección única, sino que otra política es posible. Andalucía ha sabido elegir su propio camino para salir de la crisis y debemos hacerlo aunando austeridad e impulso a la economía", remarcó. Es el esquema que utilizó en la campaña electoral: confrontar con la austeridad ciega y los recortes en apariencia inevitables del Estado de Bienestar que venían impuestos desde Bruselas y desde Madrid. Sólo que ahora toca gobernar y tendrá que sustentar esa filosofía en soluciones, resultados y cifras. Para confrontar las primeras críticas del PP por eliminar la Consejería de Empleo, Griñán enfatizó que la creación de puestos de trabajo será "objetivo número uno de todas las consejerías". Para explicarlo, confirmó que las dos claves principales de la nueva estructura del gobierno son el haber unificado la Formación Profesional en la Consejería de Educación -"estrategia clave para que el sistema educativo avance en la integración laboral"- y el integrar las políticas de igualdad en Presidencia. "La igualdad retrocede por todas partes y la Junta no está dispuesta a hacer renuncias", advirtió. La última prioridad que destacó Griñán fue el desarrollo de las leyes locales, una empresa que recaerá en el vicepresidente andaluz. No es baladí que un vicepresidente ostente la responsabilidad de mediar con las administraciones locales. "El profundo sentido institucional de Diego Valderas va a ser fundamental para esta tarea en los próximos cuatro años", subrayó. Hasta aquí el discurso conciliador en el que todos, PSOE, IU, miembros y exmiembros del gobierno están de acuerdo. Pero Griñán introdujo ayer una nueva lectura sobre la formación de su ejecutivo que hizo que más de uno apretara las mandíbulas. El presidente ha elegido un gabinete a su medida, con personas de su confianza, y por primera vez se ha olvidado de las cuotas territoriales. Esa regla no escrita del PSOE que condicionaba la elección de los consejeros, para que todas las provincias tuvieran el mismo peso institucional. Griñán no lo ha hecho, ha dejado a cuatro provincias sin representación en la Junta -Granada, Cádiz, Almería y Huelva- y además va a reducir a la mitad las delegaciones provinciales, menguando aún más la influencia de los secretarios provinciales del PSOE en el gobierno. Este gesto de reafirmación del liderazgo de Griñán en el partido ha herido muchas sensibilidades políticas. A ellos fue dirigido ayer su mención a la "cohesión". "La fortaleza de Andalucía reside en la unidad de sus ocho provincias. Andalucía es una empresa colectiva que exige un trabajo compartido y solidario. El agravio o enfrentamiento entre territorios debilita el valor de Andalucía en España y en Europa", alertó. Todos los consejeros prometieron su cargo, excepto Susana Díaz, que juró como titular de Presidencia e Igualdad, y Elena Cortés, de IU, que prometió "lealtad al Rey" por "exigencia de la ley". Es la primera vez en la historia autonómica que un miembro del gobierno andaluz asume el cargo por imperativo legal. Hoy se reúne el primer Consejo de Gobierno, que aprobará el decreto de nueva estructura.

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