El españolista Joan Verdú, que el pasado 5 de mayo cumplió la treintena.
Joan Verdú sigue sin renovar con el Espanyol. La reunión del pasado lunes entre su representante, Mágico Díaz, y el presidente españolista, Joan Collet, volvió a resultar infructuosa, pues el jugador quiere que su ficha se equipare a la del mejor pagado del Espanyol -Sergio García, que ronda el millón y medio de euros- y en el club periquito no están en disposición de volver a pagar los salarios de antaño, pues arrastran una deuda de más de 140 millones de euros.
Verdú empezará a escuchar ofertas de otros clubes y varios medios insisten en que tiene una del Betis que le podría convencer, lo que causa lógica extrañeza, pues el tope salarial en el Betis no llega al millón de euros y a Sergio García, por ejemplo, lo tuvo que traspasar hace tres años por no poder hacer frente a su onerosa ficha, la que ahora pretende cobrar Verdú.
El Villarreal, la Real Sociedad y otros clubes extranjeros, entre ellos el Olympiacos de Míchel y otro de EEUU, también andan tras los pasos de Verdú, al que ofertas no le van a faltar.
Verdú es un jugador del agrado de Mel y de la dirección deportiva bética, pero sus pretensiones económicas escapan a las posibilidades del club, como ocurre en los casos de Granero, Giovanni u otros de nivel que han sonado.
