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Imagen de las pintadas.
Tristemente, la Hermandad de los Panaderos vuelve a ser noticia por el mismo asunto que ya lo fuese hace escasamente unos diez días. Otra vez a la puerta de su capilla de San Andrés aparece en la mañana de este lunes 19 de diciembre con pintadas, leyéndose claramente «CORPAS VETE YA», en alusión a su hermano mayor, Ángel Corpas, y, de nuevo, las cerraduras han vuelto a ser bloqueadas. El pasado miércoles 7, el texto era dudoso, pues se leía «CORRAS FRAUDE», y hay quien elucubraba que la segunda erre de la primera palabra fuese realmente una pe a la que se le aproximaba demasiado la tilde de la u de fraude, palabra escrita en la línea inferior aunque ortográficamente no lleve ese acento gráfico.
Sin embargo, en esta ocasión, al parecer, hay un testigo presencial de los hechos y que así lo reconoce en su perfil de Twitter. Se trata de Antonio Herranz, un joven tuitero que publica la primera fotografía de esta nueva pintada a las 6:10 de la mañana de este lunes 19, y dejando por escrito lo siguiente: «5:48 de la mañana y aparece un solo individuo de sudadera verde agua y vaqueros en la iglesia de los panaderos haciendo este grafiti ya por segunda vez». Tras conversaciones mantenidas por este periódico con el hermano mayor, Ángel Corpas, todo el suceso ha vuelto a ponerse en conocimiento de la Policía, a la que se le ha informado de este tuit, estándose a la espera de contactar con el tuitero para tomarle declaración como testigo que dice ser de los hechos.
Así mismo, la empresa aseguradora de esta corporación del Miércoles Santo volverá a cambiar una vez más las cerraduras después de doce días, y ya se ha comunicado a la delegación del Distrito Casco Antiguo del consistorio hispalense la fechoría, esperándose que, otra vez, operarios municipales sean los que eliminen las pintadas de la puerta. Por otra parte, Corpas ha manifestado a La Recogía de El Correo de Andalucía que la Policía sigue investigando los hechos del pasado 7 de diciembre, aunque hay un detalle a tener en cuenta: las puertas tienen cuatro cerraduras, de las que una hace años que no funciona, y quien las sella acomete esta acción en las tres que sí funcionan, lo que deja ver que es alguien cercano a la casa que conoce hasta este detalle. Se dice que el asesino vuelve siempre a la escena del crimen. Por fortuna, aquí no se trata de un asesino, pero sí de un alguien que ha llevado a cabo una fechoría, y vuelve a realizarla en el mismo lugar.