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Colores de carrocería, llantas, tapicería, molduras. En el Fiat 500 se pueden personalizar muchas cosas
Fiat ha alargado 13 años la vida comercial del 500 que aún está a la venta. Es casi el doble de lo que suele durar un modelo en el mercado (una media de siete años), pero los buenos datos de venta que ha mantenido han avalado que es un coche muy del gusto del público. Sus señas de identidad como 'remake' del Fiat 500 original de finales de los años cincuenta siguen funcionando muy bien. Es coqueto, fácilmente personalizable y muy práctico para moverse por ciudad.
El nuevo modelo crece hasta los 3,57 metros de longitud, seis centímetros más. La versión con que ha sido presentado es la denominada 500e, con un motor eléctrico de 118 caballos y una batería de 42 kWh de capacidad, que es más grande de lo habitual en coches eléctricos de este tamaño. Bien es cierto que el Fiat 500e va a tener un planteamiento más de coche capricho que otros utilitarios, porque el precio anunciado de la versión de lanzamiento (muy equipada, eso sí), es de 37.900 euros, más caro incluso que el Honda e. Esta batería permite a Fiat homologar 320 kilómetros de autonomía que, eso sí, no supera la del Renault ZOE R110.
La potencia máxima de recarga que admite es de 85 kW, con lo que se puede pasar del 0 al 80 % de batería en unos 35 minutos. Cargarlo hasta el 100 % en casa con un enchufe doméstico puede llevar unas 14 horas si se conecta totalmente descargado. Como ocurre con el modelo anterior, el nuevo Fiat 500 va a estar disponible en variantes de techo cerrado y descapotable, gracias a una lona que se puede plegar en la parte trasera de la carrocería. Se puede elegir entre tres modos de conducción para adaptarse mejor al entorno de circulación. En el modo Normal, que es tal como arranca al encender el coche, la retención del motor eléctrico al levantar el pie del acelerador es pequeña y hay que usar el freno para detenerse. En el modo Range, se puede conducir con un solo pedal gracias a que la regeneración eléctrica es más potente y si se levanta el pie del acelearador, el coche frena hasta detenerse. Por último, en el modo Sherpa, la velocidad máxima queda limitada a 80 km/h y se desactiva el climatizador para optimizar el alcance de la batería.
El interior del nuevo 500 ha cambiado de forma ostensible. Está presidido por una pantalla táctil mucho mayor, de 10,25 pulgadas, como ya es habitual con conectividad para Android Auto y Apple CarPlay. Una segunda pantalla de 7 pulgadas hace las veces de cuadro de instrumentos. Mediante una conexión de datos y a través de una aplicación, se puede tener acceso desde el teléfono móvil a información del coche. Así, se puede controlar remotamente el la hora de inicio y la duración de la carga, la temperatura del habitáculo o conocer el estado del vehículo y su ubicación.
La cantidad de asistentes a la conducción crece hasta ponerse al nivel de los competidores más recientes, que cuentan con control de velocidad activo, sistema de mantenimiento de carril y las funciones necesarias para darle un nivel 2 de conducción autónoma. En el vídeo que acompaña a este artículo se puede ver la conferencia de prensa virtual que la marca ofreció como consecuencia de la cancelación, a principios de semana, del Salón del Automóvil de Ginebra.