Los días se hacen largos y las horas parecen ser eternas por culpa del confinamiento por coronavirus. Esto, unido al aburrimiento, hace que muchas personas acudan al frigorífico en busca de “entretenimiento”, sumando así un sin fin de calorías vacías que al final repercutirán en nuestra salud y en la báscula.
Para frenar la temible y odiosa gula del aburrimiento, existen distintos métodos y herramientas que nos ayudan a saciarnos antes y, sobre todo, de una forma saludable, pero ¿a qué alimentos nos referimos? Las proteínas y grasas no saturadas, las fibras y granos, y los alimentos de acción termogénica, serán nuestros aliados durante estos días.
PROTEÍNAS Y GRASAS NO SATURADAS
Es bien conocido que tanto las proteínas como las grasas no saturadas retardan la salida de los alimentos hacia el intestino, con lo que ayudan a prolongar la sensación de saciedad durante más tiempo.
Los alimentos más ricos en proteínas son las leguminosas, es decir, las habas, las lentejas, la soja, los guisantes y los garbanzos. Además, no podemos olvidarnos de la carne, los huevos o los lácteos. Por su parte, los alimentos ricos en grasas no saturadas son por ejemplo el aguacate, las nueces de Brasil, el aceite de oliva y otros aceites vegetales.
Los alimentos ricos en este tipo de grasa ayudan al organismo a combatir el colesterol malo, a controlar la presión arterial y los triglicéridos. En cuanto a su función de controlar el apetito, cuando estos alimentos llegan al intestino, se produce la liberación de la colecistoquinina, una hormona que participa en la generación de saciedad.
FIBRAS Y GRANOS
Para saciarnos de una manera más rápida, las frutas, las verduras, las legumbres y los granos como la chía, el sésamo, la avena o la linaza son el aliado ideal ya que nos aportan gran cantidad de fibras solubles y modulan el apetito. Estas fibras solubles aumentan su volumen gástrico en contacto con el agua, dándonos así, sensación de saciedad.
Otros alimentos como los cereales (el arroz integral, el maíz, el trigo sarraceno, la quinoa, el centeno o la cebada), las hojas de lechuga o berro, los frutos de plantas oleaginosas (la nuez de Brasil, las nueces o las almendras), o los frutos secos (el albaricoque, los dátiles y las uvas pasa), también son alternativas que nos llenarán de energía y nos impedirán atacar el frigo constantemente.
Los nutricionistas aconsejan consumir estos alimentos ya que poseen grandes cantidades de magnesio, cromo, selenio y vitaminas del complejo B. De igual forma, son ricos en triptófano, un aminoácido que participa en la síntesis de la serotonina, un neurotransmisor que regula el humor y el sueño. Además, participan en reacciones químicas vitales para el organismo y mejoran las defensas del cuerpo.
ALIMENTOS DE ACCIÓN TERMOGÉNICA
No solo son importantes los alimentos que ayudan a controlar el apetito, sino que podemos sumar a nuestra dieta aquellos que favorecen una acción termogénica en el organismo. Estos alimentos aumentan la temperatura corporal, por lo que, a su vez, aceleran el metabolismo basal para la producción de energía, es decir, las células de grasa se queman para producirla.
Estos alimentos pueden ser la canela, la cual actúa como un hipoglicemiante natural quemando la grasa al nivelar la cantidad de glucosa contenida en la sangre; la cúrcuma funciona como un antioxidante natural; la pimienta roja o el chile tienen la sustancia llamada capsaicina, la cual ayuda a acelerar la quema de grasa; y el Gengibre, que además tiene propiedades antiinflamatorias.
Estos alimentos pueden ser la canela, la cual actúa como un hipoglicemiante natural quemando la grasa al nivelar la cantidad de glucosa contenida en la sangre; la cúrcuma funciona como un antioxidante natural; la pimienta roja o el chile tienen la sustancia llamada capsaicina, la cual ayuda a acelerar la quema de grasa; y el Gengibre, que además tiene propiedades antiinflamatorias.